Para explicar el uso de ésta excelente herramienta, nos remitimos a la enseñanza y consejos de los Ingenieros Mario Clozza y Ernesto Giardina de la Huerta Orgánica Experimental de la Facultad de Agronomía (FAUBA).
Es conveniente testear la humedad del suelo antes de empezar el layado. Si vemos que el mismo esta húmedo podemos empezar a trabajar, de lo contrario si nos encontramos con un suelo seco y duro – y está dentro de nuestras posibilidades – es conveniente humedecerlo la noche anterior para facilitar nuestro trabajo. El Layado se realiza apoyando la laya con una pequeña inclinación hacia nosotros manteniendo las manos sobre el mango, los hombros relajados y los codos pegados al cuerpo (la altura del mango no nos debe quedar más arriba de la boca del estomago ni más abajo del ombligo), luego al apoyar el pié sobre el sector de dientes ejercemos una leve presión hacia abajo y movemos la laya hacia adelante y hacia atrás manteniendo nuestra espalda derecha. Al dar un pequeño paso hacia atrás, desenterramos la laya y volvemos a repetir la operación dejando una distancia de entre 5 y 10cm entre layados.
Cabe destacar que la mejor forma de trabajar nuestro camellón será haciendo un 1º layado en el sentido del camellón para luego repetir un 2º layado de manera horizontal al primero y un 3º oblicuo, evitando pisar el camellón. (Ver esquemas)